martes, 7 de diciembre de 2010

Vanidosa

"Esos, los vanidosos, afirmo que han cesado de vivir.
Porque ¿quién se muda en algo más grande sin primero exigir recibir? Ése no
crecerá más, desmirriado por la eternidad [...] La vanidad es ausencia de orgullo, sumisión al
populacho, humildad innoble. Pues buscas al populacho para que te haga creer en
tus frutos."

"Ciudadela"
Antoine de Saint-Exupéry

"Flyer" de la obra

Esto es el anverso de lo que nos ha preparado Ale, y que vamos a distribuir por todo el mundo conocido.

¿A que le ha quedado bien?

Clase magistral de Josh

Y Adriana dándolo todo.

De compras

Es duro el proceso de conseguir material para la escenografía. Muy duro.


jueves, 2 de diciembre de 2010

"Estoy seguro de que mi monólogo te fastidia. Me encuentro a la vez triste y feliz y esto no me permite expresarme con claridad y lógica. AL encontrarme lejos de todos mis amigos e inmenso en la mayor soledad me hago el efecto de ser una especie de bisabuelo.

Deberías escribirme, ¿sabes?

Hasta otro rato, mi vieja Rinette.

ANTOINE"



Cartas a una Amiga Inventada
Antoine de Saint- Exupéry


"Tengo un amigo, Rinette, al que se le han quemado las manos. Yo no quiero que mis manos se quemen. Las miro y las quiero. Saben escribir, atar un zapato, improvisar óperas. Soy un poco tonto. De día todo parece sencillo. Por la noche soy comodón y me compadezco a mí mismo.Tenía un amigo y murió hace tres meses en Tánger. En Tánger hice un peregrinaje. Lo busqué. En qué lugares quieres que lo buscara. Pensé en las fulanas de los bares. No han guardado su recuerdo, Rinette. Le han sido infieles: han dejado escapar sus recuerdos. Y, sin embargo, era allí donde debía buscar, era el esfuerzo más razonable puesto que uno da a quien puede lo que tiene de sí mismo para dar. Su familia estaba compuesta de imbéciles. Pero ellas no sabían el precio de lo que se da alguna vez. Mi vieja Rinette, no entiendo nada de la vida. Debo dejarte ya. Los zapatos allí encima me molestan: apagaré la luz. Antoine”


Cartas a una Amiga Inventada
Antoine de Saint- Exupéry